Muchos entrenadores piensan que el ejercicio del Rondo es solamente un juego para iniciar la parte importante de la sesión de entrenamiento; en equipos, “generalmente” amateur, mientras se reúnen todos lo jugadores en el terreno de juego se van haciendo este tipo de ejercicios, divertidos, por supuesto. Por desgracia, cuando el míster y el resto de equipo ya están en el campo, habitualmente nos olvidamos de él y empezamos a trabajar diferentes contenidos.
Para los que somos amantes del juego reducido, creemos que deberíamos tener mayor respeto a ese ejercicio que nos ha dado tanto; el rondo es el propio terreno de juego donde se produce todo; si se quiere entender el juego y se interioriza, se controla el fútbol.
El rondo es como un campo de futbol (diferentes dimensiones en función de nuestras necesidades y formas, generalmente círculos o cuadrados), donde nosotros le damos sentido al juego con el fin de hacer gol. El rondo es el ejercicio más básico y donde mejor se refleja y nos permite aprender el juego porque en un espacio tan pequeño se trabajan todos los conceptos tan importantes en el fútbol de hoy en día, como pueden ser: Mirar (coger la máxima información del entorno), posición corporal, ritmo del juego (1 o 2 toques), control del balón con pierna opuesta… que posteriormente trasladaremos al partido.
Mediante él se trabajan aspectos técnicos como orientar el balón, controlarlo, pasarlo. Por supuesto, también se trabajan aspectos tácticos por parte de nuestros defensores y atacantes y sus diferentes objetivos; cuando pasar la pelota y/o cuando apretar o temporizar para poder recuperarla; no sólo se trabaja aspectos ofensivos sino también los defensores aprenden movimientos defensivos tales como jugar escalonados, pressing tras pérdida, interceptar y presionar a los jugadores para provocar que cometan errores.
Los diferentes cambios de ritmo, la intensidad, el espacio, el tiempo y las series, nos ayudan a mejorar nuestra preparación física; variando cualquiera de estas, trabajamos diferentes objetivos.
No debemos olvidarnos tampoco del aspecto cognitivo que se trabaja en él; las tomas de decisiones son constantes, provocando al jugador un grado de concentración máxima porque cada instante se producen variaciones en el juego real, obligándolos a adaptarse a una situación diferente del juego.
A los jugadores les encanta porque están siempre en constante contacto con el balón, se ríen y bromean todo el tiempo; durante el ejercicio los jugadores están constantemente hablando y comunicándose entre sí.
Según Johan Cruyff … “ Todo lo que sucede en un partido, excepto disparar, lo puedes hacer en un rondo. El aspecto competitivo, luchar para hacer espacio, qué hacer cuando está en posesión y qué hacer cuando no tiene el balón, cómo jugar fútbol con un solo toque, cómo contrarrestar las marcas apretadas y cómo recuperar el balón «.
Recuerda seguirnos en nuestro Canal de Youtube y en nuestro perfil de Facebook, Instagram y Twitter, donde podrás encontrar todas nuestras novedades.